miércoles, enero 06, 2010
Un poco sobre la lll Conferencia de Fundación Carolina
El pasado mes de Octubre se llevó a cabo la lll Conferencia de Responsabilidad Social México-España organizada por Fundación Carolina. En ella hubo alrededor de 200personas que asistieron en representación de alguna empresa privada, OSC, medios de comunicación, instituciones académicas o gobierno. Además, contamos con la participación de expertos en el tema de Responsabilidad Social como Carlos Solchaga, Presidente de la Fundación Euroamérica; Adela Cortina, directora de Fundación Étnor; Antonio Vives, profesor consultor de la Universidad de Stanford y Juan José Barrera, director general de Economía Social del Trabajo en España. 
Entre otros puntos importantes se habló de que la crisis obliga a las empresas a cuestionarse sobre los resultados de los programas y actividades de responsabilidad social, si la RS no está considerada como una política, un sistema de gestión o parte de la planeación estratégica, está condenada a no dar los resultados esperados, a impactar poco y ser solo un gasto y no una inversión.
La RSE no es un compromiso ético sino una necesidad que lleva a la reflexión y al desarrollo, a cambios estructurales e institucionales. La desigualdad es una limitante del crecimiento y es imperativo generar equilibrio en las oportunidades, establecer un objetivo común y caminar con los mismos compromisos.
Juan José Barrera habló sobre la responsabilidad social en la Administración Pública, la cual debe fomentar y mejorar las normas y no solo crear nuevas. También nos compartió su experiencia en España con el Consejo Estatal de RS de las empresas, el cual es un órgano constructivo del gobierno que le aporta ideas y le sugiere nuevos programas en temas como: transparencia, comunicación y memorias, consumo responsable, responsabilidad social y educación, gestión de la diversidad, cohesión social entre otros y de esta manera hizo hincapié en que la APF es muy similar a una empresa y así debiera comportarse.
Más adelante, Josep Ma Lozano, experto en RSE, comenta que es tiempo de hacer política de RS, que para asegurar su permanencia y crecimiento debemos empezar por subir el concepto a la dirección y permearlo a través de ellos al negocio. Nos dio a conocer la nueva tendencia basada en el término de responsabilidad social compartida, es necesario fomentar un liderazgo distribuido, con poco protagonismo de las partes involucradas y un discurso sostenible que genere cambios internos reales.
Una de las ponencias más interesantes fue la de la experta Adela Cortina, ella tiene una visión muy humana sobre éste término y al escucharla hablar el receptor logra entender con mucha claridad y sensibilidad lo que este concepto significa y así encontrar la manera de llevarlo a la práctica. De manera general se refirió a la responsabilidad social como una inversión y no un gasto, como una gestión ética y no solo cosmética. Define la RS como una exigencia de justicia, una herramienta de gestión y una medida de prudencia; es un motor de innovación que pasa al núcleo duro de la empresa, la cual debiera convertirse en un bien público.
Finalmente Ramón Jáuregui, menciona que una de las limitantes de crecimiento de la RS es que no está incluida en la agenda pública ni en la gobernanza de los países por lo que los gobiernos deben asumir estos criterios y legitimizarlos siendo un ejemplo a seguir y actuando de acuerdo a las necesidades de cada país. La RS debe pasar de la actitud “reactiva” a la “proactiva”.
Entre otros puntos importantes se habló de que la crisis obliga a las empresas a cuestionarse sobre los resultados de los programas y actividades de responsabilidad social, si la RS no está considerada como una política, un sistema de gestión o parte de la planeación estratégica, está condenada a no dar los resultados esperados, a impactar poco y ser solo un gasto y no una inversión.
La RSE no es un compromiso ético sino una necesidad que lleva a la reflexión y al desarrollo, a cambios estructurales e institucionales. La desigualdad es una limitante del crecimiento y es imperativo generar equilibrio en las oportunidades, establecer un objetivo común y caminar con los mismos compromisos.
Juan José Barrera habló sobre la responsabilidad social en la Administración Pública, la cual debe fomentar y mejorar las normas y no solo crear nuevas. También nos compartió su experiencia en España con el Consejo Estatal de RS de las empresas, el cual es un órgano constructivo del gobierno que le aporta ideas y le sugiere nuevos programas en temas como: transparencia, comunicación y memorias, consumo responsable, responsabilidad social y educación, gestión de la diversidad, cohesión social entre otros y de esta manera hizo hincapié en que la APF es muy similar a una empresa y así debiera comportarse.
Más adelante, Josep Ma Lozano, experto en RSE, comenta que es tiempo de hacer política de RS, que para asegurar su permanencia y crecimiento debemos empezar por subir el concepto a la dirección y permearlo a través de ellos al negocio. Nos dio a conocer la nueva tendencia basada en el término de responsabilidad social compartida, es necesario fomentar un liderazgo distribuido, con poco protagonismo de las partes involucradas y un discurso sostenible que genere cambios internos reales.
Una de las ponencias más interesantes fue la de la experta Adela Cortina, ella tiene una visión muy humana sobre éste término y al escucharla hablar el receptor logra entender con mucha claridad y sensibilidad lo que este concepto significa y así encontrar la manera de llevarlo a la práctica. De manera general se refirió a la responsabilidad social como una inversión y no un gasto, como una gestión ética y no solo cosmética. Define la RS como una exigencia de justicia, una herramienta de gestión y una medida de prudencia; es un motor de innovación que pasa al núcleo duro de la empresa, la cual debiera convertirse en un bien público.
Finalmente Ramón Jáuregui, menciona que una de las limitantes de crecimiento de la RS es que no está incluida en la agenda pública ni en la gobernanza de los países por lo que los gobiernos deben asumir estos criterios y legitimizarlos siendo un ejemplo a seguir y actuando de acuerdo a las necesidades de cada país. La RS debe pasar de la actitud “reactiva” a la “proactiva”.
 
 
